Te amo

Te miro y... mil alas, mil miedos,
miradas

Te busco y... tus ojos, tus labios
búsquedas

Te expulso y... tus llantos, mis miedos
fracasos

Te quiero y... no soy nada, tú todo
te amo

Octubre

Octubre siempre tuvo olfato para ordenar e intervenir el momento. Es como el bedel de la escuela, siempre atento al revuelo del pasillo, para fríamente anunciar que se acabó el recreo.
Octubre es el final y el comienzo.

SEMPITERNO, SEMPITERNO, SEMPITERNO...

Casi nada verdadero desaparece, sólo se desdibuja y, en ese trance, se disfraza y nos cuesta ver su esencia. Pero suele estar ahí, delante, frente a nuestra nariz. No erréis haciéndole preguntas a las que respondería con su silueta anterior. El momento os confunde, os confunde su etapa, su nuevo episodio... Pero todo lo que fue verdadero, permanece. Desdibujado o amorfo, sin su piel original pero os aseguro que eterno.No lloréis lo perdido, lamentad la transformación.

Puro inconsciente

Si me pongo a leer acerca de la teoría psicoanalítica, el miedo me embarga porque somos SOLO inconsciente. La parcela consciente de nuestra vida es puro teatro, es la representación que hace nuestro verdadero "yo" de cara a las represiones sociales, las reglas morales. Dicho esto, ¿yo me conozco? ¿Quién soy yo?

El inconsciente tiene ausencia de cronología, no reconoce pasado ni futuro, tan solo el presente. Trae aquí todos los temores y deseos que ya han existido y no nos libera de ellos. ¡Qué confusión! Tanto anhelo y miedo junto... Supongo que por ello son tan excéntrica.
Para el inconsciente no existe el concepto de contradicción. No cuestiona los sucesos antitéticos. "Los conscientes" nos pasamos la vida echando en cara a la gente sus contradicciones, cuando éstas son nnaturales y necesarias. Yo soy el espíritu de la contradicción pero me paso la vida negándolo y justificándome de cara a lo social y "bien visto".

Por otro lado, utiliza el lenguaje simbólico. En ocasiones yo me hablo a mí misma con símbolos que luego tengo que interpretar. Según la teoría psicoanálitica, las representaciones del inconsciente, tienen la particularidad de incidir de manera decisiva en la vida psíquica del sujeto -véanse las neurosis, las cuales tengo para dar y regalar- y que son muy eficaces. Para los psicoanalistas, los síntomas propios de la neurosis son el efecto de algo que el sujeto no conoce pero que es tan eficaz como para contrariar a la propia voluntad.

No quiero produciro risa, compañeros, pero yo soy especialmente más inconsciente que voluntad. Si reconozco esto, soy capaz de explicar muchas cosas.

Aconsejaría restar importancia a la manipulación que nos da lo consciente y "escuchar" la verdad que nos indica el inconsciente.
Vivan los lápsus y los sueños.

La plaza de Chamberí

Cuando todo va mal y me siento pesada, cansada, desencantada y sin fuerzas, no puedo evitar evadirme y volar a mi infancia. Mi niñez no fue un campo de rosas pero tenía un rincón lleno de magia, juegos, ilusiones, caricias y risas. Mi país mágico era la casa de mi abuela. No viviré suficiente para agradecer ese reducto de luz que se me ofreció al nacer.

En verano mi abuela que tiene alma -y piel- de santa a 40 grados nos sacaba de casa para que las tardes que reptaban despacio, acalorando a los niños, fueran lo más divertidas posibles. Y nos llevaba a la castiza (y desértica en agosto) plazoleta de Chamberí.
Recuerdo sus "ruedas" balanceándose achicharradas por el incansable "Lorenzo" que conseguía abrasarme las nalgas si me sentaba con falda, sus árboles inútiles, sus eternos "sube y baja", su fuente calentorra y, sobretodo, los juegos, las risas, los sueños que nunca se me cumplieron volando en la rueda, las peleas -de amor- con mi hermano, los flanes de arena, los flashes de fresa y los polos de hielo... Era simplemente y llanamente feliz, sin más...

Dios, ¡cuánto te quiero, abuela!

Déjame a mí, al menos, contarla...

Como dice García Márquez, "la vida no es la que uno vivió, si no la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla"
Tan sólo "crearás" tu vida en la medida de lo posible, encorsetado por los vaivenes y circunstancias. La verdadera creatividad en tus días viene de las manos de tu vision para recordarla y contarla. Recordándola nos mentimos empapando los sucesos de sentimientos postreros. Tantas veces repasamos de memoria y sentimiento -con la mente y el corazón- cada capítulo vivido que el resultado no es más que la esencia de lo ocurrido, coloreado con nuestras emociones y manipulados recuerdos. Esas son las "memorias" de alguien y no puede existir mejor definición; no es la vida de alguien, tan sólo lo memoriado.Es decir, lo que nos permitimos recordar o, al menos, el modo en el que nos permitimos hacerlo.
Sin duda ésta es la mayor libertad del viviente.

...una nueva pateada...

Y suspiró...
Mañana una nueva pateada, arriba, muuuuy arriba... con el peso duro sobre los hombros. Arriba mochila, sieeempre cargada... y en cada momento evadida, intentando ser olvidada.

Y voló...
Creyó ser nube, flotó rápida, liviana... y cuando ya estaba arriba se reconoció cargada. Sólo soñaba, fingía que era otra tipa esa mañana.

Y lloró...
Se permitió ser dura, reconocerse limitada. Mañana ¿será otro día? ¿suspiraré o volaré mañana?

Imagíname

Domingo... Calor...
Palabras...
Podría decirte...
Lo cierto es que no sabes nada de mí, apenas me dibujas un trazo de tanta complejidad y miedos..., por eso te gusto. Te gusto porque te soy desconocida y por como te miro pero nada sabes del laberinto entretejido de mis pensamientos, de las ansiedades por no encontrar el camino, del vértigo que siento en mi casa de alambre. Y eso me gusta, no quiero que sepas quién soy. Imagíname, hazlo como desees; créame y piénsame como te agrade porque sé que nunca dejaré que me veas porque quiero gustarte para SIEMPRE.

Lo que no me contaron...


Te cuentan que el tiempo te forja, que tú mirada se nutre de las luces y colores que empapan tus vivencias, que los amaneceres y anocheceres te envejecen e inflaman tu experiencia, que lo que no mata engorda y además te hace sabio. Pero a alguien de mis entretelas, no sé si por amarme y quererme ilesa o, por desconocimiento de su propia esencia, se le olvidó hablarme de lo que cansa y pesa.

Cansan los fracasos precedidos de esfuerzos, los quiebros toreros burlados por el miedo, la alegría apagada con la no de respuesta de tu compañero, las noches frías agarradas al talle con las mil preguntas que "no se hace nadie", las palabras agudas lanzadas de los que te quieren en momentos torpes, sórdidos, que hieren; las tibiezas bajas ante tu entusiasmo, las mentiras de "tus confiados", las expectativas que no se cumplieron ni se asemejaron a lo que se visualizó, los silencios robados por incomodidad de los que una vez te importaron de verdad... y que en un nano segundo, un atisbo de instante se llevó su propia horma por delante y pese a tu adoración te decepcionó... y ya nunca más será lo de antes...