Lo que no me contaron...


Te cuentan que el tiempo te forja, que tú mirada se nutre de las luces y colores que empapan tus vivencias, que los amaneceres y anocheceres te envejecen e inflaman tu experiencia, que lo que no mata engorda y además te hace sabio. Pero a alguien de mis entretelas, no sé si por amarme y quererme ilesa o, por desconocimiento de su propia esencia, se le olvidó hablarme de lo que cansa y pesa.

Cansan los fracasos precedidos de esfuerzos, los quiebros toreros burlados por el miedo, la alegría apagada con la no de respuesta de tu compañero, las noches frías agarradas al talle con las mil preguntas que "no se hace nadie", las palabras agudas lanzadas de los que te quieren en momentos torpes, sórdidos, que hieren; las tibiezas bajas ante tu entusiasmo, las mentiras de "tus confiados", las expectativas que no se cumplieron ni se asemejaron a lo que se visualizó, los silencios robados por incomodidad de los que una vez te importaron de verdad... y que en un nano segundo, un atisbo de instante se llevó su propia horma por delante y pese a tu adoración te decepcionó... y ya nunca más será lo de antes...