Desdecida desdicha

Me voy porque soy sola, porque lamento.
Porque de los vientos que soplan, elijo el otro.
Porque de mis labios a mis pies, hay solo un palmo.
Porque soy rota, recompuesta y grande.
Porque no necesito más lanza que mi puño.
Ni más verdad que mi pelo revuelto.
Ni calzarme.
Ni tus síes.
Porque custodio mi puerta.
Y tengo la llave.