Bulto

Ni más ni menos apetecible queda este martes que, como víspera de festivo coqueta que es, se arremanga la falda con sonrisa presumida.
Ha amanecido como todos los días desde que me conozco, tal vez un nanosegundo más tarde que ayer, pero mi silueta moteada de jueves no ha sabido apreciar la diferencia. Apenas habían alzado mis pestañas, yo ya olía tu espuma y me he henchido de dicha.

Qué tendrán las presencias en nuestras vidas que tanto ordenan. Demasiado bolero a la ausencia, a la pérdida, a la disolución. Reconozcamos las presencias y empleemos unos minutos en auditarlas: tú estás, eso está, aquello también. Los que no auditaron sus presencias, luego no las reconocen como ausencias. Porque está muy bien lamentar la ausencia o brindar por ella pero, sin duda, está mucho mejor vocear las presencias que ocupan mucho más espacio por más que nos empeñemos en que no.
 
 
 
 
(pintura al óleo: Sútil presencia)