Mudanza


Ni cristales rotos

ni engranajes desgastados.

Mis oídos saben que es ser trashumante

 cada invierno de esos nombres.

El sonar de un nombre que estuvo

el nombrar un sonido que fue

Imitar el repiqueteo de unos besos

y buscar en otros

 el sonido de los que vendrán.



La cacofonía de la ausencia

y la discordancia de la retirada

Escuchar de un lamento que rebota

contra la pared que cercó la fábula

y saber que habrán otras

que silbarán otra despedida

en esta vida que siempre

está de mudanza.