La vida es ese sabor dulce que pende en la punta de la lengua,
tocar con la piel de tus dedos la piel que te hace caminar.
Quién no se sintió niño una tarde a la orilla del mar,
quién no habitó de nuevo la placenta una noche enredado a un amor.
La vida es tener el entusiasmo para corretear nuevos juegos.
Es la madre que te posa,
es el padre que te arrulla.
Las palabras recién brotadas de una boca que te besa,
son los ojos protectores que te miran.
Es sentarte una noche a escribir

cuando empiezas a dudar qué es la vida.