Azul tirando a rojo

De todas mis faltas sólo hay una
que no me atrevo a perdonarme:
haberme entretenido en embalsamarte
siendo proscrita.

Amor niño, qué niño eres

Cuánta quimera líquida dentro de una botella,
cuánta verdad llena de pelusas,
cuánta catástrofe enana dispuesta
sobre el embozo de nuestras sábanas.
El edén tallado en arena y agua,
la esperanza atrapada dentro de un globo,
el amor recortado en goma eva.
Un arlequín sobre mi pelo,
un lanza cuchillos sobre tus labios.

Esta increíble belleza ciclópea
enferma de raquitismo.