Desde antes de

Me duele esta idea de escribirlo
desde antes
de sentarme a darle forma,
desde antes
de la intención
del esbozo.

¿Fui para ti simplemente
 ese segundo intento
 de dibujar
lo que ya habías
coloreado antes?

¿Fui esa perenne idea
 de tu mente triste
de tratar de nuevo,
de reintentarlo?

La respuesta es sí;
los movimientos, idénticos.

Por eso sé que yo
ya te dolía
desde antes
de sentarte conmigo
en el parque.
Desde antes
del sentimiento,
del comienzo.

Yo era otra vez.
Yo no fui nada más que
el error
de tu ensayo-error
de siempre.


 (¿Y qué pasará cuando yo me muera? ¿Tampoco habrá de importarte? Una vez tosías raro y pensé cosas.)

Hoy me ha impactado una muerte. Mucho. Aunque la muerte siempre consterna, ésta me ha envuelto con su aliento fétido y me sugiere que corra a decir cuánto quiero a los que quiero.

Hoy tengo fiebre. Y todo es onírico, de un aspecto metálico y hay un silencio como de resaca, como de ciudad bombardeada ayer. Y se magnifica la muerte.

La muerte es un misterio. Un completo misterio.

 ¿Te dije que te quería las suficientes veces? ¿Lo repetí lo bastante? ¿Qué me dices?

Te quiero.

Sábelo antes de que me muera.