Demasiado ruido. Tejo mi red, hago salitas de verbos participantes. Ruido. Obvio el ruido, libo sangre en el ponto rojo como el vino, levanto pleamar, expongo mi cara a la brisa, a los vapores. Pero ruido. Pasan los calores y llega el frío. Toc, toc. ¡Vida! Me aprieto contra el latido y le atiendo. Es ruido.

Vuelvo a vosotras, palabras. Dejo de tejer. Pasa todo. Todo pose. Escribo mil veces la palabra ruido. Leo ruido.

Para sonar no basta con ser valiente. No importa el enunciado. No es suficiente el rebate. Ni el laurel. Ni entender el atajo. No sé de qué depende. En estos meses. En estos tiempos. Sobra el ruido.