Inspiración

La inspiración se ha marchado,
no sé qué día,
por mi ventana entreabierta que esperaba una nueva alborada,
llevándose cada palabra injertada en mi piel,
cada suspiro arrancado a fuerza de esperanza.
Se ha ido.

Confío en que no haya muerto
pero no he conseguido volver a encontrarla en los campos,
ni en el agua mancillada de charcos de extraña belleza,
ni en fotografías antiguas roídas de pena amarilla,
ni en playas azules con nubes rosadas sobre mi vientre.

Se ha ido.
Ya no me muerde en el centro
con su bendita hambre.
ni me hace llorar bajo la lluvia,
de asombro mojado y fresco.

Tocando plantas venenosas, la he buscado;
Hundiéndome en voces de letras y lunas,
no la he hallado.
Ni en la bendita vida de risas de niños,
Ni en la indómita muerte del afilado abismo.
Se ha ido.


Acariciando historias de otros que la tenían,
 la llamo;
Dándole de beber a mi boca venenos,
la espero
Y no llega.
Ni su arrebatado genio, ni su edulcorada lengua.
Ni sus dedos excitando mis renglones de mujer,
Ni sus descalabros rompiéndome la boca.

Díscola, ya no vuelvas.
Solo existes en este hueco de no tenerte y
solo así te comprendo.