Palabra

 Nombrar es conjurar, crear, invocar, moldear, o parir, desde el verbo, el mundo. La palabra es poderosa, capaz de amanecer el día a las siete de la tarde, capaz de levantar a un muerto, de matar a un alma. 

De alejarte.


El hueco en el que hubo de estar la palabra es, de igual modo, poderoso. Apela a la carencia, al ruidoso silencio de negar el nombre, la explicación, el consuelo.

Aquello que no nos dijimos tiene un relato, un trotar lastimoso, casi sin ganas. El cuento que se dice antiguo, que ya nos explicaron las mujeres de antes. Las sin respuesta, las que esperaron estériles y yermas. Confiadas. Aquellas mujeres de Lorca. Que ya sabían que no. Que callaban. Las invisibles. "Quiero beber agua y no hay vaso ni agua, quiero subir al monte y no tengo pies, quiero bordar mis enaguas y no encuentro los hilos." 

Así, tu no palabra.