Huir de tu ausencia con la mía


De limpieza embadurnaré mi cara, de orgullo, de distancia, ni un piar…
Altanera y esquiva cruzaré la acera, antes que tu indiferencia me haga llorar.

Y subiré sofocada a cualquier torreta, lejos del asfalto, enfrentada al mar.
Y tragaré mis palabras de pinchos y clavos antes que pedirte que vuelvas más.
Encontrar el compañero ideal es un concepto aniquilador. En palabras de Badiou: “En todas partes se afirma que las cosas se hacen para su bienestar y su seguridad, desde los agujeros en las aceras hasta los controles policiales. En el fondo ahí tenemos a dos enemigos del amor: la fiabilidad del contrato asegurador y el disfrute de las satisfacciones limitadas”