Me basta saber que siempre amanece.
Amanecer. La resurreción de cada denuedo, la restitución de cada aliento
Invariablemente, el astro se aparece en los ejidos,
goces o no de fibra, te alces o no de tu lecho.
Tú nada corriges, el alrededor gira y nada se te acopla,
has de ensamblarte al compás de la diligencia cotidiana.
Amanece.
Imperativo inexcusable. Necesidad y, también, norma.
Culpa o causa del movimiento, bendición de la continuidad.
Grata alborada, amante perpetua de la vida, bordón de la supervivencia.
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Se pide la voluntad.