Necesarias vanidades
"Vanidad de creer que comprendemos las obras del tiempo: él entierra sus muertos y guarda las llaves. Sólo en sueños, en la poesía, en el juego -encender una vela, andar con ella por el corredor- nos asomamos a veces a lo que fuimos antes de ser esto que vaya a saber si somos."
Llámame vanidosa, si lo deseas
pero solicito:
Sentir que soy contigo uno sólo,
que es mi parte perdida
tu mapa de los lunes;
que mis sueños inquietantes
no son más que humo
porque tú,
con tus dedos,
y un simple chasquido
vas a hacerlos desaparecer
del bosque de mi angustia.
Que este frío es pasajero
porque en el hueco de tu pecho
vas a recogerme luego.
Que no habrá inviernos
porque tú,
siempre,
vas a traerme flores
recién cortadas.
Que sólo elegiremos
de las palabras, aquellas
que aman y protegen
y alguna que otra
que aconseja y
que comprende.
Que no hay miedo
porque tus dedos,
enlazados a los míos,
son muralla.
Y, a cambio, prometo
Dár(te)me
entera yo,
y talar todos mis remilgos
para que, pedirte algo,
sea tan sólo una excusa
para ser tuya.
Porque tú, porque tú, porque tú. ¿Qué somos sin tú? Somos yo
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Se pide la voluntad.