Te absuelvo.
Porque estoy acompañada,
porque estoy
curándome.
Porque sublimo este
vacío
a los folios en
blanco
y los colmo de palabras como terapia,
como besos, como
oxígeno.
Porque subo despacio del sótano
y, a mi paso,
escucho sonidos
aunque el silencio
me haya traspasado.
Porque estoy viendo
arriba
ese portal,
verde como el campo,
porque intuyo un
farolito
a lo lejos.
Porque haré girar los goznes
de ese portón
y la luz iluminará mi
pelo
y saldré a la calle
aunque creo que sigue
siendo invierno.
Porque habrá paseo,
porque en el camino
me emocionaré
con tantas cosas,
sonreiré
inevitablemente,
me maravillaré con
todo aquello.
Llegará una primavera un día
que me encuentre
despistada,
y el sol será mucho
más sol,
y la vida más vida,
porque estaré amando
antes de que pueda
siquiera evitarlo.
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Se pide la voluntad.