No me hagas creer,
no te lo consiento,
que esto es todo lo que hay,
que no existen más vinos.
sabiéndome como me sé,
matizada de paladar
y hambrienta de frutas.
Cambios las onomatopeyas
de mis alucinaciones
por la cadencia
de mis presunciones
y el brillo de mis zapatos
por todo este barro
que me pervierte.
Y hago la luz,
enciendo mi faro
y distingo siluetas
hechas a mi porte.
Y te cuestiono,
no te lo consiento,
que esto es todo lo que hay,
que no existen más vinos.
sabiéndome como me sé,
matizada de paladar
y hambrienta de frutas.
Cambios las onomatopeyas
de mis alucinaciones
por la cadencia
de mis presunciones
y el brillo de mis zapatos
por todo este barro
que me pervierte.
Y hago la luz,
enciendo mi faro
y distingo siluetas
hechas a mi porte.
Y te cuestiono,
aprendo papiroflexia
e intento ser fiel
a lo que me cuento.
e intento ser fiel
a lo que me cuento.
La boca de la veritá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se pide la voluntad.